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Récords
R�cord de Menos horas de vida
de un Personaje Jugador:
El r�cord actual es de 3 horas
y los ostenta Uther Moore, un cabalgabestias que manejaba
Javier.
R�cord de Menos horas de juego
de un Personaje Jugador:
El r�cord actual es de 2,5
horas y los ostenta un bardo que manej� Carlos durante un
breve lapso de tiempo antes de recuperar a Gru�us quien
estaba convertido en una estatua iridiscente.
R�cord de Mayor Impacto F�sico
de un PNJ:
El r�cord actual lo ostenta
un posadero del poblado de Nicassim1. S�lo ha aparecido
durante 2 sesiones pero ten�a un extra�o tic en el cuello.
El master actu� muy bien, realizando los mismos giros r�pidos
de cuello. El resultado fue una horrible hinchaz�n en el
lado derecho de la cara, una am�gdala inflamada y ciertos
comentarios y risas de los jugadores.
R�cord de Mayor Impacto Psicol�gico
de un PNJ:
El r�cord actual lo ostenta
el mayordomo del Castillo de Ivanhoe. El impacto que le
produjo a Carlos fue muy elevado y el m�ster todav�a teme
el d�a en el que se vuelvan a ver las caras.
R�cord de la Partida m�s Larga:
(arreglar)
R�cord de la Partida m�s Corta:
El r�cord actual es de 20 minutos.
No fueron m�s que 3 batallas entre Antilius, Lanzarote y
Duder (ver "El 1er Torneo").
R�cord de Velocidad Prolongada:
El r�cord actual de velocidad
es de Gru�us. Estuvo durante 4 rounds corriendo a qu�ntuple
velocidad en una carrera contra una cocopedra en las Islas
Kalantrax, despu�s de matar al drag�n Kalantrax.
R�cord de conjuro m�s espectacular
lanzado sin ser mago:
El r�cord lo ostenta Lanzarote.
La magia que posee es la de gritar en voz alta "�Monstruos!"
y que vengan monstruos, independientemente del lugar en
el que se encuentren.
R�cord de pericia m�s original:
El r�cord lo ostenta Sonday,
que en paz descanse. La pericia consist�a en volver loco
a todo aquel humanoide con una debilidad mental notable.
Eso s�, para que funcionara ten�a que decir exactamente
lo que dec�a el personaje; y es aqu� donde radica el m�rito.
Eran conversaciones paranoicas y absurdas, sin pies ni cabeza
pero que en caliente sonaban creibles.
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